Diferencias entre video institucional y corporativo
La producción audiovisual ha evolucionado significativamente, adaptándose a las necesidades de las empresas y organizaciones que buscan comunicar mensajes claros y efectivos. Dos de los formatos más utilizados en este contexto son el video institucional y el video corporativo. Si bien ambos tipos de videos comparten ciertas características, existen diferencias clave que los distinguen en propósitos, estilos y formatos. En este artículo, exploraremos estas diferencias entre video institucional y corporativo para entender mejor cuándo y cómo utilizar cada uno.
1. Definición y propósitos
El video institucional tiene como objetivo principal presentar la misión, visión y valores de una organización. Está diseñado para construir o fortalecer la imagen de la empresa ante el público, ya sean clientes, empleados o la comunidad en general. Generalmente, este tipo de video se utiliza en sitios web, redes sociales o en eventos institucionales, enfocados en generar confianza y credibilidad.
Por otro lado, el video corporativo tiene un enfoque más específico relacionado con actividades internas y externas de la empresa. Se utiliza para comunicar información sobre productos, servicios, procesos de trabajo y capacitaciones. Su propósito es más comercial que el del video institucional, buscando persuadir y educar a un público objetivo sobre la oferta y potencial de la empresa.
2. Audiencia objetivo
La audiencia del video institucional es amplia. Incluye a todas las partes interesadas que desean conocer más sobre una empresa. Esto puede abarcar a clientes, proveedores, inversores y comunidades. Por lo tanto, este tipo de video debe ser accesible y debe resonar emocionalmente con una diversidad de espectadores.
En el caso del video corporativo, la audiencia suele ser más específica y directa. Está dirigido a empleados, socios de negocio y potenciales clientes, con el objetivo de transmitir información más técnica o comercial. Por ello, este tipo de video puede utilizar un lenguaje más especializado y enfocado en las necesidades y expectativas del público objetivo.
3. Contenido y estilo
El contenido de un video institucional tiende a ser narrativo y emocional. Suele incluir testimonios, entrevistas y elementos visuales que evocan los valores de la empresa. Su estilo es más corporativo y menos comercial, centrado en narrar la historia de la organización [1].
En contraste, el contenido de un video corporativo se enfoca en productos y servicios, mostrando sus características, beneficios y modos de uso. Aquí, el estilo es más directo y comercial, buscando enganchar al espectador con elementos visuales dinámicos y descripciones claras [2].
4. Duración
La duración de los videos institucionales suele ser más extensa, ya que requieren más tiempo para transmitir la historia y los valores de la organización. Por lo general, estos pueden durar de 3 a 10 minutos.
En contraste, los videos corporativos tienden a ser más cortos y directos, adaptándose mejor a la atención de sus espectadores. Su duración ideal se encuentra entre 1 y 3 minutos, enfocándose en captar la atención rápidamente y ofrecer información precisa.
5. Ejemplos aplicados
- Video Institucional: Una empresa de educación puede realizar un video institucional que presente su historia, su compromiso con la comunidad y el impacto social que ha tenido a lo largo de los años, incluyendo testimonios de estudiantes y profesores.
- Video Corporativo: Una compañía de tecnología puede crear un video corporativo que muestre sus nuevos productos en acción, explica cómo se utilizan y resalte sus características innovadoras con testimonios de clientes satisfechos.
6. Formatos de distribución
Los videos institucionales suelen difundirse en plataformas más amplias, tales como páginas web, canales de YouTube y eventos comunitarios. Su objetivo es captar la atención del público general y construir imagen de marca.
En cambio, los videos corporativos están diseñados para ser compartidos en entornos más específicos, por ejemplo, durante presentaciones de ventas, reuniones de trabajo o incluso como parte de una campaña de marketing digital centrada en determinados públicos. Su distribución se enfoca en generar leads y fomentar relaciones comerciales [3].
7. Medición de resultados
La efectividad de un video institucional se mide a menudo en términos de percepción de marca, reconocimiento y conexión emocional que logra generar en los espectadores. Las métricas como la duración de la visualización y la interacción en redes sociales son indicadores críticos.
Por su parte, la medición del éxito de un video corporativo se centra más en la conversión y la respuesta del público a la acción recomendada, como clics en enlaces, descargas o inscripciones a servicios. Aquí se utilizan métricas de rendimiento específicas para el marketing digital, como la tasa de conversión y el engagement [4].